La calle se encuentra muy tranquila y la venta está estancada. A pesar de que la inflación muestra una tendencia a la baja mes a mes, el consumo de carne vacuna en el mercado interno no logra recuperarse. Los bolsillos están igual de flacos y en marzo, el poco dinero que entra en los hogares generalmente se destina a otros gastos. Esto tiene como resultado, que se vende menos carne que antes.

En los últimos tiempos, la industria de la carne en Argentina ha enfrentado desafíos significativos, resultando en una caída del consumo que podría llevar la ingesta interna de 2024 a su nivel más bajo desde 1920. La recesión y el cierre de exportaciones, junto a la sequía, provocaron una reducción de 1,5 millones de cabezas de ganado en 2023, la mayor disminución desde 2009.

El consumo de carne vacuna per cápita ha retrocedido un 18,5% en marzo comparado con el mismo mes de 2023. Según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), la producción de carne vacuna en el primer trimestre de 2024 fue de 745.000 toneladas, un 7,6% menos que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, las exportaciones se mantuvieron en torno a las 85.000 toneladas en marzo, lo que representa un aumento del 22,9% interanual.

El gasto per cápita se situó en 42,6 kilos anuales, marcando un descenso considerable. Al respecto, Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), destacó que la carne de cerdo está siendo preferida por su menor precio, y que la población ajusta su gasto ante el aumento de tarifas. "Con la carne, la gente comenzó a consumir menos, buscando ofertas", comentó Pedace.

El futuro de la industria cárnica en Argentina se encuentra ante desafíos significativos en un contexto económico incierto. A pesar del crecimiento constante en las exportaciones, la disminución del consumo interno y la reducción de la producción plantean serias amenazas para el sector. Es crucial implementar políticas que impulsen la recuperación económica y aumenten el poder adquisitivo de la población. Estas medidas son esenciales para revertir la actual tendencia y asegurar la sostenibilidad de la industria a largo plazo.