3 de febrero de 2025
La emergencia hídrica en la producción del campo no cesa y, más allá de la reciente reducción de las retenciones que anunció el Gobierno, tanto los rindes de maíz como de soja podrían sufrir una fuerte caída debido a la falta de lluvias sobre el sector rural, a eso se le suma que los próximos pronósticos no son muy alentadores. Con el fin de ampliar este panorama, INDUAR se comunicó con la investigadora de la Bolsa de Comercio de Rosario, Marina Barletta.
Marina Barletta
describió un panorama desalentador en cuanto a las precipitaciones. "Aunque
hubo lluvias recientes, estas han sido muy puntuales, con grandes acumulados en
algunas áreas y casi nada en otras. Por ejemplo, en María Teresa, al sur de
Santa Fe, se registraron 88 milímetros en un punto, pero a solo 10 km apenas
cayeron 15 milímetros", explicó.
Las
irregularidades en la lluvia están contribuyendo al estrés hídrico
Estas condiciones limitan la recuperación del suelo y agravan el estrés hídrico en los cultivos. Según Barletta, solo el 20% de la región núcleo ha experimentado alivio por las lluvias recientes, mientras que el resto continúa en condiciones de sequía.
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El
complejo sojero en crisis
El panorama para la
soja es especialmente preocupante. Actualmente, 2 millones de hectáreas están
en condiciones de regulares a malas. La entrevistada señaló que la soja de
primera, que se encuentra en su etapa crítica de formación de chauchas,
enfrenta una severa falta de humedad. "Si no llueve en los próximos 10
días, los rendimientos caerán drásticamente", advirtió.
Se estima que, de
continuar la sequía, podría haber una pérdida del 30% en el rendimiento de la
soja. A pesar de ser un cultivo flexible, la falta de lluvias generalizadas
está poniendo en jaque a los productores.
Maíz: una caída
histórica en la producción
La situación del maíz
también es alarmante. Barletta informó que la producción de maíz en 2025 será
un 44% menor que la del año pasado. Este descenso se debe tanto a la sequía
como a una reducción en la superficie sembrada, motivada por el temor a infestaciones
de chicharrita, un insecto que afectó severamente las cosechas en años
anteriores.
"Además de sembrarse
menos hectáreas, la falta de agua ha reducido considerablemente los
rendimientos, lo que resulta en una caída drástica de la producción respecto a
la campaña anterior", explicó.
Los pronósticos para
los próximos días no son optimistas. Según la investigadora de la Bolsa de
Comercio de Rosario, se esperan lluvias erráticas y localizadas, similares a
las que ya se han observado. "Las precipitaciones seguirán siendo insuficientes
y no cubrirán las necesidades de toda la región", afirmó.
Esta falta de lluvias
generalizadas incrementa la incertidumbre en el sector y agrava la presión
sobre los productores, quienes enfrentan pérdidas significativas y un panorama
incierto para las próximas campañas.
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