31 de diciembre de 2024
Las pequeñas y medianas empresas (pyme) en la Argentina pueden llegar a pagar hasta 69 impuestos en un año, teniendo en cuenta tributos, regímenes de percepciones, retenciones e información, según un informe realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf)
El trabajo toma en cuenta la simulación de una pyme
modelo constituida como una S.R.L, con un establecimiento propio, una flota de
tres vehículos y empleados en relación de dependencia. La empresa posee
productos electrónicos (notebooks y celulares) para realizar sus actividades y
renueva uno de ellos al menos una vez al año.
El ejemplo contempla que la firma, para su proceso
productivo, utiliza insumos importados y exporta parte de su producción. Agrega
o renueva por un modelo 0km todos los años al menos un vehículo de la flota.
Realiza al menos un trámite administrativo por año a nivel provincial y municipal.
Utiliza los servicios de telefonía, internet, electricidad, agua y gas natural.
Impuestos
por nivel de gobierno
El Iaraf comentó que en un año las compañías pagan
regularmente impuestos, tasas y contribuciones a los distintos niveles de
gobierno (nacional, provincial y municipal) por su operatoria, según el tamaño,
rubro, cantidad de empleados, superficie, entre otros factores. El estudio
destacó que sobre la pyme que se tomó como caso testigo recaen un total de 39
tributos: 20 nacionales, 8 provinciales y 11 municipales.
A su vez, por el lado de los regímenes de retención,
percepción e información, una pyme soporta 30 regímenes distintos. Estos
mecanismos de pagos anticipados de tributos se han vuelto complejos y
contribuyen a un aumento de los costos de administración de los impuestos por
parte de las empresas.
"La suma de tributos y de regímenes es de al menos
69. De este estudio surge que el entramado tributario de una de este tipo de
empresas tiene un alto grado de complejidad y una elevada cantidad de
imposiciones tributarias", consideró el Iaraf.
Impuestos por actividad
Entre los ejemplos que dio el instituto, por la
compra de insumos para mantener su actividad, una pyme argentina paga el
Impuesto al Valor Agregado (IVA), Ingresos Brutos (IIBB), la Tasa de Seguridad
e Higiene (TISH) y el impuesto sobre Créditos y Débitos bancarios. Si debe
importar, a eso se suman los Derechos de Importación, la Tasa Estadística y el
Impuesto PAIS.
Si el producto final se comercializa en la
Argentina, se encuentra gravado por el IVA, IIBB, TISH y el impuesto sobre
Créditos y Débitos bancarios (conocido como Impuesto al Cheque). Para el
servicio de electricidad, se pagan el IVA, IIBB, TISH, Créditos y Débitos, el
fondo para el desarrollo de energía provincial y la tasa de alumbrado público.
En el caso del gas se incluyen los mismos tributos, junto con el Fondo
Fiduciario para Consumo de Gas Residencial en Zonas Frías, el fondo provincial
sobre los servicios públicos y la tasa de ocupación de espacios públicos.
Estas empresas deben pagar el Impuesto al Cheque por sus operaciones bancarias. Además, deben abonar contribuciones patronales por sus empleados y, en el caso de los propietarios, realizar aportes al Régimen de Trabajadores Autónomos. Finalmente, deben liquidar el Impuesto a las Ganancias correspondiente a sociedades si corresponde.
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Infierno
impositivo
Recientemente, el instituto identificó la existencia
de 155 diferentes tipos de tributos a lo largo del país. Hace exactamente un
año, el mismo estudio contabilizaba 148 tributos distintos, lo que significa
que se sumaron siete. Esto es producto de la diferencia entre los impuestos que
fueron eliminados y los que fueron creados en el último año, por cualquiera de
los tres niveles de gobierno.
Claro está, que no todos los impuestos recaen sobre
todos los contribuyentes. De hecho, más del 90% de la recaudación se concentra
en sólo diez tributos. Esto no quita, de todas formas, que la carga impositiva
sea particularmente alta en Argentina. Y es justamente lo que pretende cambiar
el presidente Javier Milei, junto al ministro de Economía, Luis Caputo, con la
ambiciosa reforma tributaria que están diseñando para enviar al Congreso el año
próximo.
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