7 de abril de 2025
El uso de inoculantes en el silaje de grano húmedo, una estrategia ampliamente utilizada en la alimentación animal, puede optimizar su calidad y valor nutricional gracias a la inoculación con la bacteria probiótica Lactobacillus buchneri, y en particular, la cepa LB1819. Investigaciones recientes demuestran que esta práctica no solo mejora las buenas condiciones de conservación del forraje, sino que también aumenta la digestibilidad del almidón, lo que se traduce en una mayor disponibilidad de energía para el ganado.
La presencia de
Lactobacillus buchneri, en su cepa LB1819, promueve la producción de ácido
acético, clave para inhibir el crecimiento de hongos y levaduras, lo que
retrasa el deterioro del forraje cuando se expone al aire. Esto permite reducir
pérdidas y garantizar una mejor calidad del alimento durante más tiempo.
Otro beneficio clave de
la inoculación es su efecto sobre la digestibilidad del almidón. Su acción
sobre la estructura del grano facilita que los microorganismos del rumen lo
descompongan con mayor eficiencia, permitiendo que los animales absorban más
energía de su alimentación. Como resultado, se logran mayores niveles de
producción de leche y una mejor ganancia de peso en bovinos de carne,
maximizando la eficiencia productiva.
Evidencia
científica que respalda la inoculación
Entre los estudios que han confirmado los efectos positivos del uso de L. buchneri cepa LB1819, se puede mencionar un trabajo del doctor Antonio Gallo y un equipo de investigadores (2022), que encontraron que los inoculantes con esta bacteria mejoran la estabilidad aeróbica al reducir significativamente el crecimiento de levaduras y mohos, lo que prolonga la vida útil del silaje. De la misma forma, una investigación liderada por B.A.
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Saylor demostró que la
inoculación con L. buchneri cepa LB 1819, incrementa la producción de ácido
acético en solo 14 días, mejorando la estabilidad aeróbica y favoreciendo la
degradación del almidón al reducir la matriz proteica que lo encapsula.
La
importancia de las cepas
Desde Novonesis, líder
en biosoluciones para nutrición animal, destacan la importancia de seleccionar
las cepas adecuadas para maximizar los beneficios del silaje. «El uso de
Lactobacillus buchneri, y su cepa específica LB1819, permite optimizar la
conservación del forraje y mejorar la digestibilidad del almidón, impactando
directamente en la eficiencia productiva de los animales. En Novonesis,
trabajamos para ofrecer soluciones basadas en ciencia, asegurando que nuestros
productos brinden resultados comprobados para los productores», señala Fernando
Clemente, Gerente Técnico de Cuentas de Novonesis.
Impacto
en rentabilidad
La inversión en
inoculantes se traduce en una mayor rentabilidad al reducir las pérdidas por
deterioro del alimento y aumentar la eficiencia en la producción animal. Los
productores que han implementado esta tecnología reportan una mejora
significativa en la calidad del forraje y un impacto positivo en sus resultados
económicos.
La aplicación de
inoculantes en silaje de grano húmedo representa un cambio significativo en la
forma de conservar y aprovechar el alimento. Estos avances científicos
confirman que esta tecnología puede marcar la diferencia en la rentabilidad y
eficiencia de la producción ganadera.
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