Durante la primera mitad de 2024, la pobreza se aceleró, tocó un pico de 52,9% y alcanzó el registro más alto en casi dos décadas. A medida que la inflación cayó desde la cima de 25,5% mensual y los salarios recuperaron una parte del terreno perdido, la cantidad de pobres comenzó a reducirse hasta tal punto que, según estimaciones privadas, se habría ubicado en 36,8% hacia el fin del segundo semestre del año pasado. Sin embargo, especialistas en la materia advirtieron un "agravamiento" de las carencias de los sectores con menores recursos.

Los datos surgen de la rigurosa medición que realiza el economista y docente de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), Martín González-Rozada. El especialista estimó la Canasta Básica Total (CBT) de diciembre y calculó una reducción de la pobreza de 16,1 puntos porcentuales desde el punto máximo.

Estiman una significativa reducción de la pobreza

Cabe destacar que el estudio se actualiza todos los meses y está basado en la proyección de la estructura del mercado laboral y de los deciles de los ingresos totales familiares (ITF) de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) correspondiente al semestre de referencia. A la vez, los ITF se contrastan con proyecciones de la CBT promedio del semestre de referencia.

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En efecto, González-Rozada proyectó una canasta básica de $313.360 por adulto equivalente para el período comprendido entre julio y diciembre de 2024, lo que arroja un aumento interanual de 178,7%. En tanto, la proyección del ITF arrojó con un incremento interanual de 207,1%.

A partir de esta información estadística y la simulación de los microdatos de la EPH de los trimestres tres y cuatro de 2024 se proyectó la tasa de pobres. El experto remarcó que "la incidencia proyectada se puede descomponer mecánicamente en un promedio ponderado de una tasa de pobreza de 38,8% para el tercer trimestre de 2024 y de 34,8% para el cuarto trimestre".

"Esta proyección sugiere que alrededor del 37% de las personas viven en hogares urbanos pobres. La EPH es una encuesta representativa de una población urbana que en el semestre de referencia se estimó en 29,6 millones de personas lo que implica que alrededor de 11 millones viven en hogares urbanos pobres", explica el informe.

En términos semestrales, las diferencias entre la variación de la canasta y la variación de la suma del ingreso familiar y entre la variación de la CBA y la variación de la suma del ITF de estratos bajos alcanzaron un pico en el primer semestre del año e impulsaron un aumento en la incidencia de la pobreza y de la indigencia que alcanzaron un 52,9% y 18,2%, respectivamente.

"Una brecha positiva indica que la variación de las canastas superó a la variación de los ingresos de los hogares y en esas circunstancias la medición de la pobreza y la indigencia aumenta. Durante el semestre febrero-julio de 2024 estas brechas comenzaron a cerrarse fundamentalmente por una disminución del aumento de las canastas. A partir del semestre marzo-agosto la variación de la CBT y de la suma del ITF promedio y de estratos bajos se estabilizó con los ingresos creciendo por encima del crecimiento de las canastas", indicó el docente universitario.

Esta situación propició una caída en el cálculo de la pobreza y la indigencia durante los últimos seis meses del año pasado, al descender a 36,8% y 9,2% respectivamente. De esta manera, la cantidad de indigentes habría disminuido a casi la mitad hacia fines de 2024.

En la comparación con el mismo período de 2023, la tasa de indigencia cayó 3 puntos porcentuales pasando de 12,2% a 9,2%, mientras que la tasa de pobreza pasó de 41,8% a 36,8%. Además, la variación de las canastas se incrementaron entre 163% y 178% en comparacion con un aumento de alrededor de 207% en la suma del ITF total y de 208% para la suma del ITF de estratos bajos.

De esta manera, la incidencia de la pobreza mermó en 8 puntos porcentuales entre el el primer semestre del año anterior y el lapso comprendido entre abril y septiembre, desacelerando de 52,9% a 44,9% "Esta disminución en la tasa de pobreza se produjo por una caída de casi 15 puntos porcentuales explicada por un aumento del valor real del ingreso per capita familiar, medido con respecto a la inflación de la canasta básica total y una distribución del ingreso más igualitaria entre esos dos semestres", aseguró Martín González-Rozada.

Al mismo tiempo, el analista remarcó que el efecto crecimiento y distribución del ingreso se vio amortiguado por un aumento de casi 7 puntos porcentuales en la tasa de pobreza entre semestres producido por el incremento del valor real del umbral con que se mide la pobreza, la canasta básica total per cápita.

Un trabajo del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS) en tándem con el Ministerio de Capital Humano estimó un declive de la pobreza a 38,9% en el tercer trimestre de 2024. El análisis se realizó en base al Informe de Distribución del Ingreso del INDEC.

Asimismo, el CNCPS pronosticó que la incidencia de la indigencia se ubicó en 8,6%, después de haber registrado 20,2% en el primer trimestre y 16% en el segundo. En caso de corroborarse, se trataría de una baja más profunda que la calculada por el Nowcast de la UTDT.

Crecen las alertas por la pobreza estructural

Más allá de las estimaciones privadas en función de los datos oficiales, el INDEC dará a conocer el número definitivo del segundo semestre del año pasado a mediados de marzo. Es que las cifras se publican de forma semestral en los meses tres y nueve (septiembre).

En el interín, desde el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) expresaron que aunque los índices proyectados hayan alcanzado niveles similares a un año atrás en el tercer trimestre de 2024, los hogares vieron reducida su capacidad de consumo por los mayores costos de servicios básicos como luz, agua, gas y transporte, entre otros.

A diferencia de la línea que traza la canasta básica total, la medición de la pobreza multidimensional se enfoca no sólo en los ingresos de las familias sino también en la falta de acceso a recursos básicos de bienestar en al menos una y hasta seis dimensiones.

"El panorama actual muestra un agravamiento de la situación en este sentido: la pobreza multidimensional (por ingresos y al menos una carencia) aumentó interanualmente de 39,8% al 41,6%; y dentro de ella, también lo hizo la pobreza estructural (3 carencias o más): de 22,4% a 23,9%", alertaron.